Tendemos a pensar en la ansiedad como una condición que provoca emociones como malestar, preocupación, miedo, estrés y pánico. Sin embargo, es importante entender que los trastornos de ansiedad son, de hecho, condiciones de salud que también pueden causar síntomas físicos.
Algunos de los síntomas físicos de la ansiedad incluyen sudoración, respiración acelerada, aumento del ritmo cardíaco, músculos tensos, náuseas y otros problemas digestivos, dice Alejandra AlborotoPhD, psicóloga gastrointestinal de la Facultad de Medicina de Yale.
Todos experimentan estos síntomas de manera diferente. Por ejemplo, es posible que sienta mariposas en el estómago antes de un gran examen o una reunión. O bien, puede sentirse un poco mareado ante la perspectiva de tomar un vuelo o viajar en un ascensor lleno de gente.
En casos severos, su estómago puede revolverse, puede tener calambres estomacales o puede terminar con arcadas, arcadas secas o vomitando cuando se enfrenta a situaciones que provocan ansiedad, como hablar en público.
Si bien es normal sentirse ansioso de vez en cuando, la ansiedad persistente y abrumadora puede hacer que le resulte difícil continuar con su vida diaria. Los síntomas como las náuseas pueden hacer que la ansiedad sea más difícil de sobrellevar.
Este artículo explora los efectos físicos de la ansiedad, la conexión entre las náuseas y la ansiedad, y algunas opciones de tratamiento y estrategias de afrontamiento.
Síntomas físicos de la ansiedad
Fuss explica cómo la ansiedad desencadena una respuesta de huida, lucha o congelación en su cuerpo y la conexión entre la ansiedad y las náuseas.
Respuesta de vuelo, lucha o congelación
La ansiedad hace que el cuerpo active el sistema nervioso simpático, que es responsable de nuestra respuesta de lucha, huida o congelación ante una amenaza.
Cuando nos enfrentamos a una amenaza o factor estresante, nuestro sistema nervioso simpático libera hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Cuando estamos en este estado, nuestro cuerpo prioriza sus recursos para darnos la mejor oportunidad de supervivencia inmediata.
Experimentamos síntomas físicos como sudoración, frecuencia cardíaca acelerada, dificultad para respirar y aumento de la presión arterial. Además, la sangre se desvía del sistema digestivo a los grandes grupos de músculos, la digestión se ralentiza y las respuestas del sistema inmunitario se alteran.
Náuseas y ansiedad
El cerebro y el intestino están interrelacionados y cada uno puede influir en el otro. Nuestras paredes intestinales tienen neuronas (células nerviosas) que componen nuestro entérico sistema nervioso, también conocido como el sistema nervioso gastrointestinal. Este sistema está vinculado a nuestro sistema nervioso central, que consiste en el cerebro y la médula espinal.
Esta conexión es una red bidireccional, lo que significa que cada uno puede afectar al otro. En una dirección, el cerebro puede provocar respuestas intestinales a pensamientos y emociones. En la otra dirección, el intestino puede desencadenar una respuesta dentro de los centros emocionales y cognitivos del cerebro.
Alexandra Fuss, PhD
Esencialmente, los pensamientos y emociones ansiosos pueden afectar el funcionamiento digestivo y, de manera similar, el funcionamiento digestivo puede afectar nuestras emociones y pensamientos.
— Alexandra Fuss, PhD
Como resultado, no es raro que las personas sientan ese familiar dolor de estómago o náuseas cuando están ansiosas. A su vez, esa náusea puede empeorar la ansiedad.
Consejos para aliviar las náuseas
Si su ansiedad le está causando náuseas, aquí hay algunos consejos que pueden ayudar a aliviar las náuseas:
- Beba a sorbos una bebida helada, como agua fría, jugo de frutas o refresco. Evite las bebidas con cafeína.
- Huele una rodaja de limón o chupa una menta.
- Coma algo suave, como una tostada simple o galletas saladas. Evite los alimentos dulces, fritos o grasosos mientras tenga náuseas.
- Acuéstese o siéntese en una posición cómoda. Evite los movimientos repentinos, ya que pueden hacerlo más propenso a vomitar.
Opciones de tratamiento y estrategias de afrontamiento
Fuss sugiere algunas opciones de tratamiento y estrategias de afrontamiento que pueden ayudarlo a sobrellevar la ansiedad y las náuseas subsiguientes que experimente:
- Terapia: Es importante ver a un profesional de la salud mental para abordar su ansiedad y desarrollar habilidades de afrontamiento. La terapia cognitiva conductual y la terapia de exposición son algunos de los enfoques terapéuticos que pueden ayudar.
- Hipnoterapia dirigida al intestino: Esta es una forma especializada de tratamiento para controlar las náuseas y otros problemas gastrointestinales. Implica sumergirse en un estado profundamente relajado de hipnosis clínica, en el que todavía tiene conciencia y control de sus acciones. Su proveedor de atención médica lo guiará a través de ejercicios que pueden ayudarlo a aumentar su control sobre los síntomas y las respuestas fisiológicas.
- Ejercicios de respiración: Se ha demostrado que los ejercicios de respiración, como la respiración diafragmática, ayudan al cuerpo a reducir la ansiedad y volver a un estado de descanso. Estos ejercicios pueden disminuir la frecuencia cardíaca y la presión arterial y reducir las hormonas del estrés. Además de practicar el trabajo de la respiración todos los días, puede concentrarse en su respiración durante los períodos de máxima ansiedad para lograr una sensación de calma.
- Técnicas de atención plena: Otros medios para reducir el estrés que pueden ayudar con la ansiedad incluyen diversas prácticas de atención plena, como la meditación, la visualización guiada y la relajación muscular progresiva.
- Autocuidado: Es igualmente importante cuidar de su salud y de usted mismo. Hacer tiempo para el cuidado personal, como atender las necesidades básicas de su cuerpo, como dormir lo suficiente, una buena nutrición y ejercicio regular, y practicar la autocompasión son esenciales.
Una palabra de Psyathome
La ansiedad es una condición de salud que puede causar síntomas físicos y psicológicos severos. Las náuseas son uno de los síntomas físicos de la ansiedad que pueden ser difíciles de sobrellevar y empeorar su ansiedad.
A corto plazo, puede tomar medidas para aliviar las náuseas y sentirse mejor. Beber bebidas frías, comer tostadas o una galleta salada y descansar cómodamente puede ayudar.
Sin embargo, a largo plazo, es importante tomar medidas para tratar la ansiedad y las náuseas subsiguientes que experimente. Busque la ayuda de un profesional de la salud mental para conocer las opciones de tratamiento y las estrategias de afrontamiento que pueden abordar su ansiedad y prevenir o controlar las náuseas.