La neurobiología interpersonal es esencialmente un campo interdisciplinario que reúne muchas áreas de la ciencia, incluidas, entre otras, la antropología, la biología, la lingüística, las matemáticas, la física y la psicología para determinar los hallazgos comunes de la experiencia humana desde diferentes perspectivas. En última instancia, la neurobiología interpersonal ha unido estos campos para crear una definición de la mente humana y lo que la mente necesita para gozar de la máxima salud.
Historia
El Dr. Dan Siegal, pionero en el campo de la salud mental, es conocido por su trabajo en neurobiología interpersonal y es un experto en atención plena. Completó su título de médico en la Universidad de Harvard y estudios de posgrado en UCLA para convertirse en psiquiatra, con formación en psiquiatría de niños, adolescentes y adultos. Es un autor y educador de renombre mundial, habiendo dictado conferencias para Su Santidad el Dalai Lama, el Papa Juan Pablo II y el Rey de Tailandia.
Definición de la mente utilizando la neurobiología interpersonal
A principios de la década de 1990, Dan Siegal descubrió que, a pesar de estar entre los psiquiatras y otros profesionales de la salud mental, nadie tenía realmente una definición clara de salud mental o incluso de mente. Llegó a definir la mente destacando sus fundamentos relacionales. En otras palabras, somos quienes somos, como somos, en relación unos con otros. Él postula que la mente es un proceso relacional que esencialmente regula el flujo de energía, por lo tanto, lo «interpersonal» de la neurobiología interpersonal.
En su proclamado audiolibro, La neurobiología de nosotrosel profesor clínico de psiquiatría de UCLA, Dan Siegal, analiza cómo la identidad no está contenida tanto dentro de un individuo, sino entre individuos.
La teoría detrás de la neurobiología interpersonal
En esencia, la neurobiología interpersonal sostiene que, en última instancia, somos quienes somos debido a nuestras relaciones. Además, debido a que la mente se define como un proceso relacional que regula el flujo de energía, nuestros cerebros se reconectan constantemente. Todas las relaciones cambian el cerebro, particularmente las más íntimas, como las que tenemos con nuestros principales cuidadores o parejas románticas.Si bien alguna vez se pensó que nuestras primeras experiencias definían quiénes somos, la neurobiología interpersonal sostiene que nuestros cerebros están siendo remodelados constantemente por nuevas relaciones.
Demostrar que esta teoría es correcta es un experimento que demuestra cómo una dosis a corto plazo de terapia de pareja efectiva, es decir, una terapia centrada en las emociones, puede cambiar la forma en que el cerebro responde al miedo y la amenaza. Este es solo uno de los muchos estudios de neuroimagen que demuestran cómo el cerebro puede cambiar con el tiempo en función de las relaciones y las nuevas experiencias.
Somos más sociales de lo que nos damos cuenta. El dolor social se codifica en el cerebro de manera similar al dolor físico:Ambas formas de dolor señalan peligro para nuestra supervivencia. La neurobiología interpersonal se suma al creciente cuerpo de investigación que demuestra cuán sociales somos. Debido a que la neurobiología interpersonal enfatiza la importancia de las relaciones saludables para una mente sana, también enfatiza la importancia de cuidar bien las conexiones con los demás.
Trascendencia
La neurobiología interpersonal ofrece una gran esperanza a todos los sobrevivientes de traumas, psicoterapeutas, psiquiatras y sus pacientes. La neurobiología interpersonal explora cómo crece y cambia el cerebro en función de las relaciones. Las relaciones positivas engendran cambios positivos, lo que produce sanación para aquellos que han sufrido un trauma.