La concepción popular de la terapia es la de la terapia de conversación clásica; un cliente, un sofá y un psicólogo con un bloc de notas y un lápiz en la mano. Si bien algunos enfoques utilizan este método, existen numerosos tipos de terapia que se pueden usar para ayudar a un cliente a superar los problemas. En todos los casos, el objetivo de la terapia es proporcionar un entorno sin prejuicios que permita al cliente y al proveedor de la terapia trabajar juntos hacia un conjunto de objetivos acordados mutuamente.
Los siguientes son solo algunos de los diferentes tipos de terapia disponibles.
Terapia psicoanalítica
La terapia psicoanalítica es una de las modalidades de tratamiento más conocidas, pero también es una de las más incomprendidas por los consumidores de salud mental. Fundado por Sigmund Freud, los terapeutas psicoanalíticos generalmente pasan tiempo escuchando a los pacientes hablar sobre sus vidas, razón por la cual este método a menudo se denomina «terapia de conversación». El proveedor de terapia buscará patrones o eventos significativos que puedan desempeñar un papel en las dificultades actuales del cliente. Los psicoanalistas creen que los eventos de la infancia y los sentimientos, pensamientos y motivaciones inconscientes juegan un papel en las enfermedades mentales y las conductas desadaptativas.
Si bien este tipo de terapia tiene muchos críticos que afirman que la terapia psicoanalítica consume demasiado tiempo, es costosa y generalmente ineficaz, este tratamiento también tiene varios beneficios. El terapeuta ofrece un entorno empático y sin prejuicios en el que el cliente puede sentirse seguro al revelar sentimientos o acciones que han provocado estrés o tensión en su vida. A menudo, el simple hecho de compartir estas cargas con otra persona puede tener una influencia beneficiosa.
Terapia de conducta cognitiva
Los terapeutas cognitivo-conductuales tienden a centrarse en problemas específicos. Estos terapeutas creen que el pensamiento irracional o las percepciones defectuosas causan disfunciones. Un terapeuta cognitivo puede trabajar con un cliente para cambiar los patrones de pensamiento. Este tipo de terapia suele ser eficaz para los clientes que sufren de depresión o ansiedad.
Los terapeutas conductuales trabajan para cambiar los comportamientos problemáticos que se han entrenado a través de años de refuerzo. Un buen ejemplo de terapia conductual sería un terapeuta que trabaja con un cliente para superar el miedo a las alturas. El terapeuta alentaría al cliente a enfrentar gradualmente su miedo a las alturas a través de la experiencia. El cliente puede imaginarse primero parado en el techo de un edificio alto o subido a una escalera mecánica. A continuación, el cliente se expondría lentamente a niveles cada vez mayores de su miedo hasta que la fobia disminuya o desaparezca por completo.
Los enfoques cognitivos y conductuales pueden ser muy efectivos al tratar problemas específicos. A menudo, los enfoques cognitivo y conductual se combinan cuando se trata un trastorno. Un terapeuta que trata a un cliente con ansiedad social puede ayudar al cliente a formar patrones de pensamiento más precisos, además de enfocarse en comportamientos específicos, como la evitación social.
Terapia de grupo
La terapia de grupo es una forma de psicoterapia en la que dos o más clientes trabajan con uno o más terapeutas o consejeros. Este método es un formato popular para grupos de apoyo, donde los miembros del grupo pueden aprender de las experiencias de otros y ofrecer consejos. Este método también es más rentable que la psicoterapia individual y puede ser eficaz para ciertos tipos de problemas.
Es común que quienes padecen una enfermedad mental o problemas de conducta se sientan solos, aislados o diferentes. La terapia grupal puede ayudar a los clientes al proporcionar un grupo de pares de personas que actualmente experimentan los mismos síntomas o que se han recuperado de un problema similar. Los miembros del grupo también pueden brindar apoyo emocional y un foro seguro para practicar nuevos comportamientos.