La idea de que tomar demasiados tragos mata permanentemente las células cerebrales ha existido por algún tiempo. El consumo excesivo de alcohol crónico se ha asociado durante mucho tiempo con déficits mentales. La exposición al alcohol durante períodos críticos del desarrollo del cerebro, como antes del nacimiento o durante la adolescencia, también es particularmente peligrosa. Pero, ¿tomar esa copa de vino después de la cena realmente lo pone en riesgo de pérdida neuronal?
Lo que muestran los estudios
Los expertos creen que beber en realidad no conduce a la muerte de las células cerebrales. De hecho, los investigadores han descubierto que el consumo moderado de alcohol puede tener una serie de beneficios para la salud, que incluyen mejores capacidades cognitivas y niveles más bajos de colesterol.
Un estudio que involucró la comparación de la cantidad de neuronas encontradas en los cerebros de alcohólicos y no alcohólicos encontró que no había diferencia en las neuronas neocorticales entre los dos grupos.
Incluso el consumo excesivo de alcohol y el abuso de alcohol a largo plazo en realidad no resultan en la muerte de las células cerebrales. En cambio, el alcohol daña las dendritas ubicadas en el cerebelo y reduce la comunicación entre las neuronas. Los investigadores descubrieron que el consumo de alcohol no solo interrumpe la comunicación entre las neuronas; también puede alterar su estructura. Descubrieron que una cosa que no hace es matar células.
De hecho, los estudios con ratas encontraron que detener la ingesta de alcohol, incluso después del abuso crónico, permite que el cerebro se cure por sí mismo.
Alcohol y daño cerebral
Si bien la muerte neuronal real puede no ser causada por el alcohol, el abuso del alcohol puede provocar y provoca daño cerebral. El abuso de alcohol a largo plazo puede conducir a una deficiencia de una importante vitamina B llamada tiamina. Esta deficiencia puede causar el síndrome de Wernicke-Korsakoff, un trastorno neurológico grave relacionado con el consumo de alcohol que provoca la pérdida de neuronas en el cerebro. El síndrome se caracteriza por problemas de memoria, amnesia y falta de coordinación muscular. En este caso, es importante notar que la pérdida de neuronas es causada por la deficiencia de tiamina, no por el consumo real de alcohol.
Obviamente, esto no significa que la gente deba ignorar los peligros potenciales del alcohol. El Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo señala que una serie de factores pueden influir exactamente en cómo el alcohol afecta el cerebro, incluido cuánto y con qué frecuencia bebe una persona, cuánto tiempo ha estado bebiendo, la exposición prenatal al alcohol y el estado general de la salud de una persona.
Algo más a tener en cuenta: si bien es posible que el alcohol no «mate» las células cerebrales, las investigaciones sugieren que los altos niveles de alcohol pueden interferir con la neurogénesis o la formación de nuevas células cerebrales. Hasta hace poco, muchos expertos creían que los adultos no podían desarrollar nuevas neuronas en el cerebro. Desde entonces, ese mito se ha disipado, y los expertos en cerebro ahora reconocen que regiones específicas del cerebro continúan formando nuevas células incluso hasta bien entrada la vejez.
Línea de fondo
Los investigadores creen que el alcohol no mata las células cerebrales. Sin embargo, puede afectar la función cerebral y tener otras consecuencias graves para la salud.