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Efectos secundarios, toxicidad y pruebas de seguimiento del litio

El litio es un estabilizador del estado de ánimo que puede ser útil con el trastorno bipolar y otras afecciones, pero es bien conocido por causar efectos secundarios y toxicidad. Dicho esto, si se controla adecuadamente, el litio puede ser seguro y eficaz para controlar el estado de ánimo. ¿Qué necesita saber para usar el litio de manera segura?

El litio fue el primer medicamento estabilizador del estado de ánimo utilizado para el trastorno bipolar, ya que se propuso originalmente para el tratamiento de la gota, una condición inflamatoria. Apenas estamos comenzando a aprender el mecanismo por el cual este medicamento funciona a nivel celular.

Posibles efectos secundarios

Al igual que con muchos medicamentos, el litio puede tener una serie de efectos secundarios, tanto a corto como a largo plazo, leves y graves.

Los efectos secundarios más comunes del litio suelen ser más molestos que peligrosos. Éstos incluyen:

  • Diarrea
  • Micción frecuente
  • Perdida de cabello
  • aumento de la sed
  • Náusea
  • Hinchazón (edema)
  • Temblor (que empeora al intentar movimientos delicados de la mano)

Otro efecto secundario del litio es el aumento de peso. Aunque no todos los que toman el medicamento aumentarán de peso, la mayoría lo hará. En promedio, las personas tienden a ganar alrededor de 13 libras. Un estudio de 2016 encontró que el medicamento metformina puede ser beneficioso para reducir o prevenir el aumento de peso en algunas personas que reciben terapia con litio.

Los órganos más afectados (y que deben ser monitoreados) incluyen:

  • Riñones: La mayoría de las veces la disfunción renal es leve, aunque a veces puede ser progresiva.
  • Paratiroides: La disfunción paratiroidea se ha reconocido más recientemente como un efecto secundario del uso de litio.
  • Tiroides: El litio puede afectar la función tiroidea de muchas maneras, aunque generalmente conduce al hipotiroidismo.

Otros efectos secundarios pueden incluir:

  • Disfunción congnitiva: Aunque se sabe que el litio tiene un impacto potencial en la función cognitiva, es difícil estudiar el papel exacto que desempeña el litio en el funcionamiento cognitivo debido al impacto cognitivo del trastorno bipolar.
  • Diabetes insípida nefrogénica: La diabetes insípida nefrogénica es una afección en la que los riñones no pueden concentrar la orina, lo que provoca un exceso de orina (poliuria) y un exceso de sed (polidipsia).

Toxicidad aguda y crónica

La toxicidad por litio puede tomar diferentes formas e incluye toxicidad aguda, crónica y aguda sobre crónica.

Los primeros signos de toxicidad por litio incluyen diarrea, vómitos, somnolencia, debilidad muscular, temblores y falta de coordinación. Los síntomas más graves incluyen confusión, agitación, vértigo, tinnitus (zumbido en los oídos), visión borrosa y una gran producción de orina diluida.

La toxicidad grave por litio es una emergencia médica que puede provocar encefalopatía y arritmias cardíacas.

Interacciones con la drogas

Existen varios medicamentos que pueden provocar un aumento de los niveles de litio en la sangre. Éstos incluyen:

  • Antagonistas de los receptores de angiotensina II (BRA): Diovan (valsartán) y Cozaar (losartán)
  • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (inhibidores de la ECA): Vasotec (enalapril) y Prinivil (lisinopril)
  • diuréticos: Pastillas de agua
  • Fármacos anti-inflamatorios no esteroideos: Advil (ibuprofeno) y Aleve (naproxeno)

Hay muchas más posibles interacciones farmacológicas con el litio y es importante hablar con su médico antes de comenzar cualquier medicamento nuevo o si suspende un medicamento que está tomando.

La cafeína y la teofilina, por el contrario, pueden resultar en niveles más bajos de litio.

Pruebas de monitoreo durante la terapia con litio

Los análisis de sangre se controlan antes de que una persona comience la terapia con litio y periódicamente durante el tiempo que se toma el medicamento.

Monitoreo de los niveles de litio

Antes de iniciar el tratamiento, se ordenan pruebas para evaluar tanto la función renal como la función tiroidea. El litio se excreta del cuerpo a través de los riñones, por lo que si los riñones funcionan mal en algún grado, los niveles de litio pueden acumularse en la sangre.

Los niveles de litio deben controlarse después de que haya comenzado el tratamiento, y luego después de cada cambio de dosis si hay signos de toxicidad o cambios de humor.

Los niveles en sangre a menudo se miden cinco días después de un cambio de dosis, ya que los niveles tardan un tiempo en estabilizarse. Los niveles también deben verificarse si se agrega o suspende algún medicamento nuevo que pueda afectar los niveles de litio, ya que muchos medicamentos interactúan con el litio.

El litio tiene una «ventana terapéutica muy estrecha», lo que significa que el nivel del fármaco necesario para tener un efecto terapéutico es muy cercano, ya veces incluso se superpone, con el que causa toxicidad.

El nivel terapéutico de litio suele estar entre 0,8 y 1,0 mmol/L, aunque algunas personas pueden necesitar un nivel entre 0,5 y 1,2 mmol/L para ser terapéutico. A veces se necesitan niveles hacia el lado superior para controlar la manía. La toxicidad comienza alrededor de 1,3 a 1,5 mmol/L.

Los síntomas iniciales de toxicidad a menudo incluyen un empeoramiento significativo del temblor, náuseas, diarrea y visión borrosa. A medida que los niveles aumentan, aparecen síntomas de inestabilidad, dificultad para hablar, espasmos musculares, debilidad y confusión.

Un nivel de 2,0 mmol/L es una emergencia médica y se necesita atención inmediata. Los síntomas pueden incluir signos neurológicos graves como delirio e inconsciencia. También pueden ocurrir arritmias cardíacas que, si no se tratan, pueden ser fatales.

  • Niveles de calcio: Se debe controlar anualmente el nivel de calcio sérico, ya que el litio puede causar hipoparatiroidismo.
  • Pruebas renales: Se debe realizar un BUN y creatinina (pruebas de función renal) al comienzo del tratamiento, regularmente durante el tratamiento y si se manifiesta algún síntoma de enfermedad renal.
  • Pruebas de tiroides: Es importante tener en cuenta que cualquier persona diagnosticada con trastorno bipolar debe someterse a controles de tiroides con frecuencia, incluso si no toma litio, ya que los niveles anormales de hormonas tiroideas pueden causar síntomas que imitan (o precipitan) tanto la manía como la depresión. Los niveles de tiroides deben medirse al menos cada 6 meses.

Es posible que se necesiten otras pruebas, como química sanguínea y un electrocardiograma, dependiendo de muchos factores.

Hacer frente a los efectos secundarios y la toxicidad

Hay varias formas de reducir el riesgo de efectos secundarios y toxicidad. Una es minimizar la dosis para que los niveles en sangre estén en el lado inferior de la ventana terapéutica. El momento de la dosis también puede ser útil.

Ciertamente, el control de los niveles en sangre es importante de forma regular, así como en caso de que surjan nuevos síntomas. En algunos casos, se pueden usar medicamentos para reducir ciertos efectos secundarios.

Una palabra de Psyathome

El litio puede ser un fármaco excelente para las personas con trastorno bipolar y, a veces, puede ser un salvavidas, ya que se ha descubierto que reduce la tasa de suicidio, un riesgo significativo entre las personas con esta afección.

El control cuidadoso de los niveles es fundamental para reducir el potencial de toxicidad y sus consecuencias. Los efectos secundarios son comunes y muchos de ellos son más molestos que peligrosos.

Las pruebas de laboratorio deben controlarse para minimizar el riesgo de disfunción renal y tiroidea. Sin embargo, con el control y una comprensión cuidadosa de los primeros síntomas de toxicidad, muchas personas han podido disfrutar de los beneficios de este medicamento sin riesgos significativos.

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