Considere otras opciones de tratamiento
Si está en peligro inmediato de hacerse daño, no ha respondido bien a los antidepresivos o existen razones médicas por las que los antidepresivos no son una buena idea para usted, su médico puede optar por recetarle tratamientos menos comunes.
Terapia electroconvulsiva
La terapia electroconvulsiva (TEC) consiste en aplicar un pulso eléctrico en el cuero cabelludo para inducir una convulsión. Este procedimiento a menudo se considera un último recurso debido a sus efectos secundarios, como dolores de cabeza y dolores musculares, pero algunos investigadores creen que debería utilizarse antes «debido a sus profundos efectos».
Estos investigadores afirmaron además que la TEC no solo ayuda a poner la depresión en remisión, sino que también puede reducir la probabilidad de una recaída. En los casos en que había pensamientos suicidas, los pacientes tendían a responder rápidamente a esta terapia en particular.
Estimulación Magnética Transcraneal
La estimulación magnética transcraneal (TMS) consiste en estimular un área particular del cerebro con pulsos magnéticos, pero es menos invasiva que la TEC y tiene menos efectos secundarios. Al igual que la ECT, está dirigida a personas que no han respondido bien a los antidepresivos.
Los estudios han encontrado que las personas tratadas con TMS experimentan una mejora significativa en sus síntomas de depresión, con tasas de remisión entre el 30 % y el 40 %.
Los investigadores también descubrieron que las personas que tenían TMS de mantenimiento también tenían menos probabilidades de tener una recaída de los síntomas depresivos.
Debido a que los pacientes reclutados para estos estudios eran individuos que no respondieron a la terapia antidepresiva, se cree que los resultados representan a pacientes que podrían, si no se dan por vencidos prematuramente, lograr la remisión completa de los síntomas.
Estimulación del nervio vago
La estimulación del nervio vago (VNS, por sus siglas en inglés), que a veces se denomina «un marcapasos para el cerebro», es un procedimiento más invasivo que la ECT o la TMS. Implica tener un generador de pulso implantado quirúrgicamente debajo de la piel del pecho.
Un estudio encontró que aquellos tratados con VNS experimentaron mejoras significativas en el bienestar general y la calidad de vida, incluso si sus síntomas se redujeron en menos del 50 %.