Evitar las fobias puede aumentar tus miedos
Muchas personas que sufren de ataques de pánico desarrollan comportamientos de evitación al evitar situaciones que creen que conducen a ataques de pánico.Por ejemplo, una persona con trastorno de pánico puede evitar estar en centros comerciales concurridos por temor a que otros sean testigos de un ataque de pánico. Del mismo modo, una persona con miedo a volar (aerofobia) puede que nunca viaje en avión, sabiendo que tendrá un ataque de pánico en el avión.
Los comportamientos de evitación pueden parecer lógicos al principio, pero pueden impedirle disfrutar de muchas experiencias diferentes en la vida. El pánico y la evasión pueden impedirle asistir a reuniones sociales o viajar largas distancias. Además, los comportamientos de evitación a menudo fortalecen su ansiedad, aumentando aún más sus miedos a ciertos lugares o situaciones.
En lugar de evitar situaciones que provoquen pánico, trate de respirar a través de ellas. La próxima vez que sienta que se avecina un ataque de pánico, dirija su atención a su respiración. Durante un ataque de pánico, puede notar que su respiración se vuelve rápida y superficial.
Tome el control respirando lenta y decididamente. Inhala profundamente por la nariz, llenando tus pulmones al máximo de su capacidad. Exhala por la boca, expulsando todo el aire de tu cuerpo. Continúe repitiendo este patrón de respiración profunda hasta que se sienta más relajado.
Si los ejercicios de respiración profunda y otras estrategias de autoayuda no funcionan, es posible que desee considerar buscar ayuda profesional. Tal asistencia puede ayudarlo a recibir el diagnóstico correcto y desarrollar formas de controlar su ansiedad y sus ataques de pánico. Además, un especialista calificado en salud mental puede brindar explicaciones claras e información adicional sobre el tratamiento del trastorno de pánico.