Los niños y adolescentes con trastorno de ansiedad social (SAD) pueden vivir con síntomas hasta la edad adulta sin haber sido diagnosticados. Aunque el SAD es el tercer trastorno de salud mental más común,muchos padres y maestros no están familiarizados con los signos y síntomas en niños y adolescentes.
El trastorno de ansiedad social implica un miedo intenso o fobia a las situaciones sociales y de desempeño. Aunque la mayoría de los adolescentes pasan por períodos de ansiedad normal relacionados con los cambios que acompañan a la adolescencia, aquellos con TAE experimentan un miedo desproporcionado a las situaciones que enfrentan.
Para algunos adolescentes, la ansiedad social se vuelve crónica y afecta el rendimiento escolar, las actividades extracurriculares y la capacidad de hacer amigos.
Tipos
Los niños y adolescentes pueden ser diagnosticados con una forma más generalizada de trastorno de ansiedad social o con el especificador de solo desempeño (solo las situaciones de desempeño causan ansiedad).
Síntomas
Los síntomas en los niños pueden variar según la edad.
Como padre o ser querido, sepa que no todos estos comportamientos necesariamente reflejan SAD, pero si los reconoce constantemente y tiene motivos de preocupación, considere buscar una evaluación adicional con un psicoterapeuta.
Niños de preescolar
- Miedo a las cosas nuevas
- Irritabilidad, llanto o lloriqueo
- Congelación o aferramiento
- negarse a hablar
Niños en edad escolar
- Miedo a leer en voz alta o responder preguntas en clase
- Miedo a hablar con otros niños.
- Miedo a estar delante de la clase.
- Miedo a hablar con adultos.
- Miedo a las actividades musicales o deportivas
- Miedo a pedir comida en un restaurante
- Miedo a asistir a fiestas de cumpleaños.
- Miedo a recibir visitas de amigos.
- Preocupación por ser juzgado por los demás
- Negarse a participar en actividades o en la escuela
Además, los niños con SAD son más propensos que los adultos a experimentar síntomas físicos como dolores de cabeza, dolores de estómago y náuseas.
Adolescentes
Temperamento
Busca a un adolescente que…
- es tranquilo
- se mantiene a sí mismo
- se vuelve más retraído si se le anima a hablar
- es vacilante
- es pasivo
- está demasiado preocupado por la evaluación negativa
- teme ser avergonzado o humillado
- se cruza de brazos
- mantiene la cabeza baja
- muestra pocas expresiones faciales
- tiene hábitos nerviosos como girar el cabello o estar inquieto
Comportamiento Escolar
- potencialmente le va mal en la escuela
- no levanta la mano en clase
- evita a los compañeros fuera de clase
- teme actuar frente a otros/hablar en público
- teme hablar en clase
- es incómodo en el centro de atención
- se sienta solo en la biblioteca o en la cafetería
- tiene miedo de pedir ayuda al maestro
- tiene miedo de llegar tarde a clase
- puede negarse a ir a la escuela o abandonar la escuela
Comportamiento con los compañeros
- se siente incómodo en entornos grupales
- tiene pocos amigos
- tiene miedo de iniciar o participar en conversaciones
- tiene miedo de invitar a otros a reunirse
- tiene miedo de llamar a otros
- evita el contacto visual
- habla en voz baja o murmura
- parece estar siempre «al margen»
- revela poco sobre sí mismo cuando habla con otros
Los adolescentes con trastorno de ansiedad social están en desventaja en todas las áreas de la vida. Pueden desempeñarse mal en la escuela y pueden tener problemas para asistir a clases. Los estudiantes con el trastorno también tienen menos probabilidades de hacer amigos y participar en actividades extracurriculares.
Aquellos con SAD severo pueden abandonar la escuela o negarse a salir de casa.
Causas
Al igual que con los adultos, el trastorno de ansiedad social en niños y adolescentes puede ser causado por factores genéticos, ambientales, sociales y cerebrales/biológicos. Muchos padres pueden culparse a sí mismos, pero sepan que generalmente es una combinación de cosas lo que causa el trastorno. Lo más importante que puede hacer es apoyar al niño y ayudarlo a encontrar ayuda.
Diagnóstico
El diagnóstico del trastorno de ansiedad social en niños y adolescentes implica una evaluación de los síntomas en varios contextos. Esta evaluación a menudo incluirá la perspectiva de los padres y maestros y puede involucrar el uso de registros escolares.
Los niños y adolescentes con SAD pueden pasar desapercibidos si los padres y maestros interpretan el comportamiento del estudiante como timidez. Sin embargo, la concientización sobre el SAD es fundamental y se necesita una detección e intervención tempranas para prevenir el deterioro a largo plazo.
Se exploran posibles condiciones médicas subyacentes y también se consideran otras explicaciones para el comportamiento, como la intimidación. Si el estudiante corre el riesgo de autolesionarse o suicidarse, estos problemas se abordan de inmediato.
Los mismos criterios de diagnóstico utilizados para diagnosticar adultos también se aplican a niños y adolescentes. Sin embargo, hay algunas advertencias adicionales. Es posible que los niños y adolescentes no reconozcan que su miedo no es razonable y que su ansiedad debe estar presente cuando interactúan con sus compañeros, no solo con los adultos.
Tratamiento
El tratamiento del SAD en niños y adolescentes tiene como objetivo ayudar a aliviar la ansiedad y permitir que el estudiante se adapte a la escuela y al funcionamiento diario. Los tratamientos efectivos pueden incluir los siguientes:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC)
- Terapia familiar
- Medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), por ejemplo: Zoloft y Prozac
Además de los tratamientos estándar, hay una serie de estrategias de afrontamiento que pueden emplear los maestros, los padres y los estudiantes para controlar la ansiedad social tanto dentro como fuera de la escuela.
Las escuelas pueden desempeñar un papel importante en este proceso, ya que es el lugar donde el trastorno de ansiedad social a menudo puede tener el efecto más negativo en el funcionamiento de un adolescente. Las intervenciones escolares dirigidas por psicólogos, la capacitación en habilidades sociales y la capacitación en habilidades académicas son formas útiles en que las escuelas pueden intervenir en casos de SAD.
Como padre, lea sobre el trastorno y aumente su conocimiento de lo que está experimentando su adolescente. Manténgase en contacto con su escuela para coordinar esfuerzos con maestros, consejeros escolares y otro personal. Juntos, pueden trabajar para mejorar la situación de un niño o adolescente con SAD.
Consejos para padres
Como padre de un niño socialmente ansioso, puede ser difícil saber cuál es la mejor manera de ofrecer su apoyo. Es importante manejar la ansiedad social de su hijo de manera constructiva.
Dele a su niño o adolescente la oportunidad de exponerse a situaciones temidas. No hable por su niño o adolescente y elógielo cuando se enfrente a una situación temida.
Elija metas realistas para su niño o adolescente, como unirse a un club o hacer un nuevo amigo. Luego, describa los pasos que se pueden tomar para lograr este objetivo. Además, fomente las actividades que ayuden a su niño o adolescente a relajarse, como las artes y manualidades, la música, el yoga y la escritura.
Sea un buen oyente y hágale saber a su niño o adolescente que lo que está experimentando se puede superar. Recuérdele a su niño o adolescente los éxitos del pasado y aumente su confianza.
Finalmente, busque ayuda para su niño o adolescente si la ansiedad se vuelve severa. Algunos problemas son demasiado grandes para que usted los maneje por su cuenta y requieren intervención, como medicamentos o terapia profesional.
Una palabra de Psyathome
Si tiene un niño o adolescente que cree que vive con ansiedad social, es importante programar una cita para un diagnóstico y posible tratamiento. Cuanto más tiempo pase sin diagnosticar este trastorno, más deterioro experimentará su hijo. De la misma manera, si es un adolescente que vive con ansiedad social, comuníquese con un padre, maestro o consejero acerca de los síntomas que está experimentando para que pueda recibir ayuda.