Algunas personas con trastorno de ansiedad social (SAD) tienen el pensamiento: «Ojalá pudiera ser invisible». ¿Alguna vez te has sentido así? Muchas personas con SAD intentan hacerse invisibles para los demás. No hablan para no llamar la atención. Miran hacia abajo para no hacer contacto visual. Evitan las situaciones para no tener que enfrentarse a la gente.
Aunque su deseo de ser invisible puede ser fuerte, ¿eso realmente resolvería algo?
¿Qué perderías siendo invisible?
- Todas sus necesidades, deseos, opiniones y deseos serían ignorados.
- Nadie sabría que estuviste allí.
- La gente perdería la oportunidad de conocerte.
- No tendrías la oportunidad de hacer amistades y tener relaciones.
- Sus opiniones nunca serían escuchadas.
Si tiene SAD, quizás algunas de estas cosas ya sean ciertas. ¿Qué es lo contrario de ser invisible? ¿Ser visto? ¿Oyó? ¿Podrías manejar eso? Probablemente no de inmediato, si ha sido invisible durante mucho tiempo. Pero poco a poco y lentamente, puedes dejar de ser invisible y enfrentarte a tus miedos.
Investigación sobre ser invisible
En un estudio interesante, los investigadores utilizaron la realidad virtual para probar el efecto de percibir que tu propio cuerpo es invisible. Lo que encontraron fue interesante: las respuestas socialmente ansiosas al pararse frente a una audiencia se redujeron cuando el participante percibió que su propio cuerpo era invisible.
Los autores del estudio sugirieron que comenzar la terapia de realidad virtual con un cuerpo invisible puede permitir que las personas con trastorno de ansiedad social superen gradualmente sus miedos. Más allá de esta aplicación al tratamiento, ¿qué podría decirnos este estudio?
Imagina por un momento que estás parado frente a una audiencia pero eres invisible. ¿Seguiría latiendo tu corazón? ¿Te sentirías tembloroso y con pánico? ¿Tu miedo depende de que la audiencia te vea o existe simplemente porque tú ves a la audiencia?
Según los hallazgos de este estudio, podemos concluir que no es solo la presencia de la audiencia, sino la idea de que te están mirando lo que causa angustia. De hecho, sabemos que las personas con SAD tienden a experimentar el «efecto de foco», en el que crees que todos los ojos están puestos en ti, incluso cuando no es así.
Más invisible de lo que piensas
Si bien es posible que no puedas armar una situación de realidad virtual en tu propia vida para practicar ser invisible, en su lugar podrías hacer algunos experimentos de comportamiento para probar exactamente cuánto notan otras personas lo que estás haciendo. En otras palabras, haz el tonto a propósito para ver qué reacción obtienes.
Si desea profundizar aún más, la terapia de exposición es una técnica utilizada por los terapeutas como parte de la terapia cognitiva conductual (TCC). En pocas palabras, se trata precisamente de eso: enfrentar tus miedos gradualmente y aprender que puedes estar en las situaciones que te causan ansiedad. Eventualmente, su ansiedad se disipará si se queda el tiempo suficiente.
Aunque la terapia de exposición generalmente se practica con un terapeuta, también se puede hacer por su cuenta como un ejercicio de autoayuda.